18

jun

Daniel Catalano: "Hay que luchar como las mujeres"

Daniel Catalano:
#Actualidad

El secretario general de ATE Capital opina sobre el acuerdo con el FMI, la reforma laboral, la unidad del movimiento obrero y la necesidad de participar en política para impulsar un proyecto nacional y popular que termine la avanzada neoliberal.

Esta semana el proyecto de ley por el aborto legal, seguro y gratuito obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados, con una multitudinaria vigilia en los alrededores del Congreso y un apoyo multipartidario. ¿Qué lectura hacés de este acontecimiento? 


Lo que sucedió esta semana es histórico y revolucionario. Las mujeres nos demostraron que a pesar de la arremetida de un Gobierno de derecha, regresivo, que va por los derechos de las mayorías, se pueden conquistar nuevos derechos de la mano de la lucha, la organización, la militancia y la pelea por el sentido. El proyecto por el aborto legal, seguro y gratuito viene siendo impulsado desde hace más de una década por organizaciones feministas, y ha valido muchísimos debates de todo tipo. Los censos y encuestas demuestran que costó años de militancia de las mujeres, de concientización, de divulgación informativa, de capacitación y formación para dar por tierra con mitos y zonceras, con argumentos metafísicos y religiosos en un debate que se trata más que nada de un asunto de salud pública y de derechos individuales. 


Se trata de una discusión profundamente ideológica, porque las mayores víctimas de los abortos clandestinos son las mujeres de bajos recursos, y que no sólo tiene a la vida de las mujeres como eje central del debate, sino también a todo lo relativo a la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos. El resultado de esta semana nos demuestra que es posible seguir ganando derechos. Esperamos que en algunas semanas más el Senado también acompañe este proyecto y que finalmente sea ley. A su vez, cualquiera sea el resultado en el Congreso, queda claro que ante un Gobierno antipopular como el que tenemos hoy, hay que ser valientes y luchar como las mujeres.


El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional habla de un nuevo ajuste del Estado, específicamente dirigido al recorte de salarios y puestos de trabajo. ¿Cómo se prepara ATE Capital ante este nuevo escenario? 


Nos preparamos organizándonos para pelear en unidad. Somos conscientes de que este acuerdo, así como todas las medidas de este Gobierno, no sólo afectan a los trabajadores y trabajadoras estatales en la Capital Federal. Nos afectan a todas y todos los estatales a lo largo y a lo ancho del país, pero también afectan a todo el movimiento obrero, al pueblo argentino en su conjunto. Por eso decimos que “la unidad es el camino”, y desde que asumimos la conducción de ATE Capital dedicamos grandes esfuerzos a articular no sólo con otros gremios de la CTA sino también con la Corriente Federal, con gremios de la CGT, con organizaciones sociales, con la CTEP, el Frente Milagro Sala, la Multisectorial contra el tarifazo, con las pymes y otros actores populares.


En lo relativo al sector público, nos toca trabajar principalmente por la unidad de concepción entre los trabajadores y trabajadoras del Estado, y por eso articulamos acciones con otras seccionales de la provincia de Buenos Aires, con la conducción de ATE en otras provincias como Santa Fe, Neuquén, Corrientes, Chubut, y tantas otras. Entendemos al Estado como articulador fundamental de políticas públicas universales, como promotor de la inclusión social y como impulsor de la ampliación de derechos. Partiendo de esa base, chocamos de frente con lo que este Gobierno piensa que debe ser el rol del Estado, una idea de Estado gendarme, dedicado a la represión y la criminalización de la protesta, dedicado a garantizar la rentabilidad de los grandes poderes concentrados. Donde haya estatales con ánimos de combatir el acuerdo con el Fondo, de combatir el ajuste y los despidos, entonces ahí estaremos codo a codo para salir a pelear. 


Por supuesto que hay dirigentes retardatarios, en seccionales, en consejos directivos provinciales y hasta en el Consejo Directivo Nacional de nuestra Asociación de Trabajadores del Estado, en cabeza del secretario general Hugo “Cachorro” Godoy. Pero esos dirigentes quedan en evidencia cuando las bases quieren ir al paro y movilizar a pesar de ellos, como sucedió en la Marcha Federal de 2016, como sucedió esta misma semana con el paro del 14 de junio, y en multiplicidad de convocatorias. Godoy dijo que ATE no paraba el jueves 14, pero la inmensa mayoría de las y los estatales de todo el país paramos y nos movilizamos contra el ajuste. Como decía Jorge Masetti, están los que luchan y los que lloran.


A fin de mes hay elecciones en la CTA Autónoma, en agosto se producirá un nuevo Congreso normalizador de la CGT y en septiembre también renueva autoridades la CTA de los Trabajadores. ¿Cómo ves el presente y el futuro de la lucha sindical en la Argentina? 


Nuestro lema es “la unidad es el camino”, pero no es un slogan sino una línea de acción. En dos años y medio al frente de ATE Capital hemos peleado contra despidos en todas las áreas del Estado, hemos resistido muchos de ellos y conseguimos muchas reincorporaciones también, pero obviamente no alcanza. Por eso consideramos que hay que reunificar las dos CTA. 


Con ese objetivo como premisa, el 28 de junio vamos camino a refundar la CTA Autónoma de la Capital, de la mano de la Lista 2 – Verde y Blanca, encabezada por nuestro compañero Alejandro Gianni, secretario de Finanzas de ATE Capital y uno de los principales referentes de los trabajadores y trabajadores estatales municipales, así como de la Cooperativa de Recicladores Urbanos del Oeste. El Cordobés es uno de los fundadores de la CTA de Todxs, la agrupación que impulsa la recuperación de la CTA A Capital a manos de los sindicatos y organizaciones que pelean, pero que también postula la reunificación de las dos CTA en el corto plazo. 


La pronta renovación de la conducción de la CTA de los Trabajadores también tiene esa meta como objetivo principal, pero además ya estamos debatiendo cómo avanzar de cara a confluir todos en una misma central. Si en agosto están dadas las condiciones, comenzaremos a discutir nuestro retorno a la CGT, en miras a consolidar una única central que realmente le pueda poner un freno al ajuste del Gobierno neoliberal, porque es lo que nos exigen las bases. Nuestra meta en ese sentido no tiene que ver con los sellos, sino con encontrarnos unidos y en la calle de la mano de todo el movimiento obrero. 


El Gobierno planea iniciar el tratamiento de los proyectos de ley de reforma laboral durante el Mundial. ¿Creés factible que sean sancionados? 


El Gobierno tenía intenciones de que la flexibilización laboral fuera aprobada inmediatamente después del ajuste previsional que fue sancionado a fin de año, pero el rechazo popular fue contundente. No se trató solamente de los sindicatos y las organizaciones en la calle, sino de mucha gente de a pie, que hoy no está contenida en ninguna estructura social pero que pudo ver en el ajuste previsional una quita de derechos. El Gobierno tomó nota y va a intentar iniciar el tratamiento de tres proyectos de flexibilización laboral en las próximas semanas, pero Macri es ingenuo si cree que el pueblo argentino va a dejar que le arrebaten sus derechos porque está distraído viendo fútbol. Por más blindaje mediático que tengan y por más call centers que abra Marcos Peña, a la gente no se le escapa que el salario no alcanza ni ignora que los Aranguren, los Caputo, los Etchevehere y los Braun están saqueando al país. 


Por nuestra parte, no hay goles que nos distraigan, si realmente intentan congelar salarios por dos años, o refuerzan su plan de despidos de trabajadores y trabajadoras estatales, vamos a salir a la calle las veces que sean necesarias. Haremos asambleas, paros, ruidazos y las medidas de fuerza que hagan falta para revertir las medidas del ajustador serial de Andrés Ibarra y sus secuaces. Si lo que está en juego son las leyes laborales que costaron sangre, sudor y lágrimas al pueblo argentino, si intentan avanzar sobre nuestros derechos, entonces pasaremos más tiempo en la Plaza de Mayo y frente al Congreso que en nuestras casas, porque los derechos se conquistan y se defienden en la calle.


¿Por qué los gobiernos neoliberales arremeten siempre contra los derechos de las y los trabajadores? ¿Se puede le puede torcer el brazo al Gobierno del ajuste y de la represión? 


Eso es lo que son los Gobiernos neoliberales: antipopulares, elitistas, sectarios y violentos. Los proyectos neoliberales son impulsados por los sectores más concentrados de la economía, y por eso deben apoyarse en mentiras para llegar al poder y desarrollar sus planes. La teoría del derrame no es más que eso, una mentira vulgar, así como las promesas de Macri y su gabinete. El verdadero objetivo es el que persiguieron siempre como individuos y como sector dominante, y se hace evidente a cada momento: la acumulación de la riqueza en pocas manos. Es redistribución, pero a la inversa. Acentúan la concentración, profundizan la brecha de la desigualdad social, traen más hambre y más inequidad. Por eso intentan “abaratar el costo laboral”, por eso tienden a generar altos índices de desocupación, para crear un colchón de mano de obra barata que condicione a todos los trabajadores y trabajadoras. Juegan con la supervivencia de las mayorías y nos fuerzan a resignar nuestra calidad de vida en favor del enriquecimiento de unos pocos, en favor de enormes índices de rentabilidad de las grandes empresas.


No por nada este Gobierno dedica grandes esfuerzos y recursos a la persecución de líderes populares. Gerardo Morales y Mauricio Macri mantienen presos políticos como en los años más oscuros de nuestra historia. Unidades básicas, locales partidarios, centros culturales y sedes de organizaciones sociales y de organismos de derechos humanos han sido baleados e incendiados. El Partido Justicialista fue intervenido sin motivos válidos, pero representa todo un gesto cuando se trata de uno de los principales partidos de la oposición, símbolo de las conquistas sociales del pueblo, también proscripto en los años de la Fusiladora. Las amenazas de muerte son moneda corriente contra quienes representan un peligro para los intereses de los poderosos. Sin ir más lejos, a Robi Baradel lo amenazaron en pleno conflicto paritario, cuando el presidente Macri y la gobernadora Vidal le dedicaban menciones especiales en sus propios discursos.


Pero sí, se puede torcerle el brazo al Gobierno del ajuste. El camino es la unidad, pero no solamente en lo sindical sino también en lo político. La única forma de vencer a un proyecto neoliberal es contraponiendo un proyecto nacional y popular que sea capaz de volver a enamorar. Por eso saludamos y alentamos todo compromiso y participación política. Los trabajadores y trabajadoras debemos volver a ocupar esos espacios de poder. El ajuste de Macri no se va a terminar hasta que no cambie de manos el poder político en la Argentina. Para volver a la senda de la ampliación de derechos, de las paritarias libres, de la inclusión social y de la movilidad social ascendente, hace falta un presidente que responda a las demandas del pueblo y no a las de las corporaciones, un gabinete que se preocupe por reconocer y ampliar derechos para poder solucionar las necesidades de nuestra gente. Hace falta un proyecto impulsado por y para los trabajadores y trabajadoras, y para eso es indispensable involucrarse en la militancia política.

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