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“Los empleados públicos en la Ciudad de Buenos Aires estamos atravesando una situación muy compleja, no solamente los que están abocados directamente a a la atención directa de la salud que son las enfermeras, enfermeros y médicos, el personal administrativo de los hospitales, sino también la atención directa de las áreas estratégicas y críticas que tiene el Estado.
Hace ya una semana que venimos con asambleas en todos los hospitales. Ustedes saben que en una Pandemia uno no puede tomar directamente una medida de fuerza porque tenemos responsabilidad sobre las vidas que asistimos sin embargo el Gobierno lo que hace es abandonar a los trabajadores y trabajadoras y no les da los insumos para que no se enfermen. Entonces nos obligan a estar haciendo en medio de una pandemia y de la crisis económica que estamos viviendo, en medio de la angustia, tenemos que hacer asambleas para exigir que nos den los barbijos, los guantes, que nos puedan proteger.
Hoy hubo una Asamblea en el Hospital Fernández para que les puedan dar el kit básico de asistencia, ayer hubo asambleas en el Hospital BORDA, la semana que viene estaremos haciendo lamentablemente una medida de fuerza simbólica en la puerta de los hospitales, en el cambio de turno, un aplauso para que nos den los insumos para trabajar.
La verdad que en el distrito más rico de la Ciudad de Buenos Aires pensar que tenemos que tomar medidas de fuerza para que nos den los insumos básicos para trabajar es una tontera. Pero es parte de lo que sucede, y sucede en el marco de que el Jefe de Gobierno porteño compró barbijos a 3000 pesos y tuvimos que ir a la Justicia y hacer una denuncia penal para que se investigue por qué Larreta estaba comprando barbijos comunes a 3000 mangos cada uno. Y después terminamos sabiendo que la empresa que le vende barbijos tiene relación directa con funcionarios de Cambiemos y que además la hermanastra de Rodríguez Larreta es parte de esa empresa a la cual le compran los barbijos y que además es parte de otra empresa que le alquila los hoteles para que la gente esté hoy cuidada en la Ciudad de Buenos Aires. Es todo un emprendimiento familiar lo que está pasando en la Ciudad.
No entendemos por qué le preguntan por un geriátrico y no le preguntan a Larreta por estas cosas, por qué esta compra de barbijos, dónde está la plata del Gobierno, por qué los medios de comunicación no le preguntan por qué los trabajadores y trabajadoras estatales cobran 23 mil pesos por mes y tienen que poner en riesgo su propia vida para resguardar la salud y la integridad de la ciudadanía. No entendemos por qué se le miente a la Ciudad diciendo que hay trabajo voluntario, que hay 24 mil voluntarios para atender a nuestros adultos mayores. Nosotros mañana vamos a presentar una tercera denuncia porque hay un audio de un funcionario del Gobierno porteño amenazando con despidos a aquellos trabajadores que no pongan su teléfono celular y paguen las llamadas de su teléfono particular a las abuelas y abuelos de la Ciudad para asistirlos.
Entonces uno está en una Pandemia, con la angustia de que el 70% probablemente nos enfermemos, de que un porcentaje alto de ese 70% no va a superar la enfermedad, que el servicio sanitario viene demorando el pico porque estamos preparando todo para poder asistir. Pero los que tienen que darle la cobertura a la población para que no se enferme hoy están en condición de vulnerabilidad en su laburo. Entonces es muy difícil, porque vos no podés protestar, no podés llevar adelante medidas de fuerza porque estamos obligados a cumplir este rol social de contención que nosotros queremos cumplir porque creemos en el rol del Estado y estamos convencidos de lo que hacemos todos los días. Pero no a costa de dejar la vida nuestra. Es angustiante pero la foto de las y los enfermeros en el Hospital Fernández teniendo que juntarse en la puerta del Hospital a un metro y medio cada uno para compartir la palabra y llevarle el petitorio al Director del Hospital es algo que no debería estar sucediendo. Un enfermera o enfermera no debería estar preocupado por contagiarse por falta de insumos. Un enfermero o enfermera no debería estar preocupado porque no llega a fin de mes. Tendría que estar con la cabeza tranquila, ponerse sus guantes, ponerse su barbijo, ponerse una máscara y seguir trabajando con el amor con el que trabaja todos los días. Eso no pasa.
Como tampoco le pasa a nuestros compañeros de Senderos que están en nuestros Hospitales y en nuestras calles, en los controles policiales, y no les dan las máscaras para trabajar y les dan barbijos que no los usaría ningún funcionario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Barbijos que nosotros no nos pondríamos. Los insumos de trabajo que nos dieron nos dieron realmente vergüenza. Lo mismo pasa con todos los trabajadores que están trabajando con niños y niñas en nuestros paradores, en los hogares de los pibes y pibas, no hay criterios preventivos de Salud, no hay, nos dan dos barbijos para toda la semana. ¿No era que duraban tres horas y te lo tenías que cambiar? Hay compañeros y compañeras que están tres horas para entrar y salir de Capital, porque hay que respetar la distancia social en los transportes públicos.
Es realmente angustiante tener que pelearle a la Pandemia con este Gobierno porteño. Es angustiante tener que pensar que tenemos una tarea patriótica, histórica, para que nuestra población no se enferme y no nos den nuestros elementos de trabajo. Es angustiante que estén amenazando a nuestros compañeros de trabajo para que usen su propio recurso: el funcionario les dice “como están en su casa, y ahorran dinero, pongan de su plata para hacer las llamadas telefónicas y suplir la falta de elementos de trabajo”. O sea que además que tenemos a un salario de porquería te apretan para que hagas una tarea que no pueden hacer los voluntarios porque los voluntarios no existen. Si ustedes vieron el video donde está el vicejefe del Gobierno en la línea 147, van a ver que no está la distancia respetada entre los trabajadores, van a ver que en el video no hay alcohol en gel para prevenir el contagio.
El problema que nosotros tenemos nos angustia, nos lastima y nos obliga a ir a la Justicia. En 48 horas hicimos dos denuncias penales: una por la compra de barbijos y otra por falta de insumos. Es inexplicable que la Justicia le tenga que decir a Larreta: “che, tenés que darle los camisolines y los barbijos a los médicos y enfermeros para que no se contagien”. Es un poco la vergüenza que sentían nuestros compañeros docentes con las viandas que les da el Gobierno porteño. Los pibes reciben una comida que vos no la querés dar, vos sabés que la necesitan pero no es comida digna para darle a nuestro pueblo.
Entonces duele, es Larreta, Larreta es Macri, los grupos económicos, es lo peor, tiene que pasar esta Pandemia. Nosotros queremos que a todo el personal que está por fuera de los Hospitales pero está asistiendo a los pibes, las pibas y los adultos mayores también se los reconozca como tarea crítica y se les otorgue el reconocimiento y se les pague el suplemento. Nuestros compañeros de Salud tienen que pasar a planta. ¿Es necesario decirlo? Sí, tienen que pasar a planta. Denle estabilidad laboral a los trabajadores públicos. ¿Por qué vas a tener a los trabajadores como monotributistas ganando 23 mil pesos? Porque además que vos te enfermes porque el virus se propaga, es una cosa, pero si vos te enfermás porque estás trabajando en condiciones de miseria, sin la debida protección, es otra. Son dos situaciones totalmente distintas. Acá tenemos compañeros que están peleando mano a mano contra el virus. Tanto el personal del subte, como el personal de educación y los estatales estamos trabajando para que la gente no se enferme. Y nos costó un montón que el Covid 19 sea reconocido como una enfermedad laboral. ¿Quién va a atender a los monotributistas cuando se enfermen? El 80% de nuestros compañeros de Senderos Seguros son mamás solteras que ganan 23 mil pesos en mano, monotributistas. ¿Quién les va a reconocer a esas compañeras la enfermedad?”.
