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Fuimos claros, el 15% a unos, 13% a otros y sumas fijas no alcanzaba para una inflación que ya se proyectaba al 28%. Por eso rechazamos la propuesta y planteamos otra alternativa, e iniciamos acciones para reabrir la paritaria.
Ahora, cuando se prende fuego el País con un dólar incontrolable, una deuda impagable y una inflación que crece día a día, crece el malestar de los y las estatales que se manifiesta en acciones de ATE, el Estado Empleador decide no respetar la paritaria y quiere distraer la atención, proponiendo, con quien se presta a ello, que los y las estatales seguiremos perdiendo salario en 2018 y se continuará rompiendo la ya endeble carrera administrativa.
Si quisieron calmar el malestar y los conflictos, debieron convocar a la paritaria y a la organización que llevó adelante el reclamo.
Por tal motivo, cuando seamos convocados, llevaremos nuestra posición, consultando a los y las estatales, para que el aumento sea un porcentual igual o superior a la inflación. Deben respetarse las horas extras y los adicionales y terminar con los despidos. Sino lo hacen, continuará nuestro reclamo.
Es hora de que la representación de los y las trabajadoras en la paritaria se haga con quienes consultamos y defendemos los derechos y no con dirigentes más prestos a sacarse una foto sonriente con el Fondo Monetario.
