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feb

INADI: sobre las falacias de Milei y otras yerbas

INADI: sobre las falacias de Milei y otras yerbas
#Actualidad

Ayer, el presidente Javier Milei, desde su cuenta de Tik-Tok, argumentó que el cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) se debe, entre otras cuestiones, a que el Organismo es una especie de “policía del pensamiento del kirchnerismo; un antro de ñoquis del Estado” y es utilizado para “perseguir a todo el que piense distinto, armar listas negras y cancelar gente”.

El INADI se creó en 1995, luego de los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel, como respuesta del Estado para avanzar en una política antidiscriminatoria y en virtud de los Tratados Internacionales con rango constitucional suscriptos por el Estado. El anuncio de cierre significa un retroceso en la protección de Derechos Humanos. Para mayores argumentos, salió al cruce el Presidente de la DAIA, Jorge Knoblovitz, quien en declaraciones dijo: "El INADI es un instrumento muy importante para la Argentina, se creó justamente un año después del atentado de nuestro edificio de la AMIA. Entonces, necesitábamos que el Estado se juntara con la sociedad civil para luchar contra la discriminación, porque nosotros somos una minoría en el país", sostuvo.

Sobre la segunda falacia, y sus teorías delirantes y conspirativas de que el Instituto representa una especie de “policía del pensamiento”, desde ATE Capital le respondemos que una de las principales funciones es la de prevenir prácticas discriminatorias. Lejos del sentido punitivista que se le quiere adjudicar, tiene un rol pedagógico y promueve el diálogo y la reflexión para avanzar en la construcción de una sociedad cada vez mas democrática.

Para rematar, en su mensaje poco serio desde su cuenta de Tik-Tok, Milei manifestó que es “imposible sostener una organización de características tan perversas en un país democrático y libre, así que INADI afuera”, exclamó sonriente. Perversión es decir que el Instituto realiza “listas negras”. Se busca demonizar, invirtiendo el sentido para el cual fue creado, símbolo en la región y en el mundo del respeto por las diferencias, por las diversidades y por la inclusión.

Es responsabilidad del Estado desplegar políticas públicas antidiscriminatorias, garantizar el acceso a derechos de los colectivos o grupos vulnerabilizados como respuesta a los compromisos asumidos al suscribir Tratados Internacionales. Contar con este recurso es un capital de la sociedad y representa una mejora en términos democráticos y de derechos que evidentemente Milei desprecia.


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